El botín del robo de película perpetrado en la joyería María José del Coll d'en Rabassa supera, según las primeras estimaciones, en algo más de un millón de euros.
La investigación avanza y a medida que pasan los días van conociéndose algunos detalles del caso. Por ejemplo, que para acceder al interior del local utilizaron piquetas y mazas en la realización del butrón, pero que una vez dentro, para abrir la caja fuerte los ladrones utilizaron una radial de gran tamaño.
Uno de los aspectos que más sorprendió a los investigadores fue la supuesta desactivación de la alarma de seguridad.
Todo apunta a que los dispositivos volumétricos de alarma fueron desactivados mientras que los ladrones campaban a sus anchas por la joyería, pero resulta que cuando el lunes llegó la hija de la propietaria alertada por los vecinos, se le disparó la alarma.
En este aspecto, los agentes no se explican como no saltaron las alarmar cuando se abrió el boquete en la pared, pero sí que funcionó cuando entró la hija de la dueña. También se trabaja con la empresa responsable de seguridad para tratar de averiguar si la alarma fue inutilizada o si no funcionó. Otro de los puntos conflictivos del robo de película destapado, en primicia por Ultima Hora, es que los supuestos delincuentes se llevaron parte de las cintas de grabación de las cámaras de seguridad.
El hermetismo policial es máximo y el Grupo de Robos trabaja las 24 horas para tratar de esclarecer los hechos.
La joyería María José está situada en el número 52 de la calle Cardenal Rosell y es muy popular en la barriada del Coll d'en Rabassa. Hace años, en concreto en 1995, ese establecimiento repartió parte del premio 'gordo' de la Lotería Nacional.