La Audiencia Provincial ha condenado por un delito contra la integridad moral y por una falta de lesiones a un cabo y a un agente de la Guardia Civil por vejar a un menor de edad que sospechaban que podía haber cometido un hurto en la playa de Magaluf.
La sentencia relata que el 5 de agosto de 2011, sobre las dos de la madrugada los dos guardias junto a un vigilante de la playa sorprendieron a un chico de 16 años cerca de un bolso que estaba en la arena. Le dieron el alto y el vigilante le dio un empujón. Después, el cabo, «con ánimo de humillarlo, vejarlo y envilecerlo», dio una bofetada al menor. Le cachearon sin encontrarle nada sospechoso y después, el mismo cabo le ordenó que fuera a la orilla.
Sin ropa
Allí le obligó a quitarse la ropa y, en calzoncillos, le conminó a meterse en el agua y a ir nadando hasta una boya. Desde el agua, el menor vio como los tres hombres se llevaban su ropa e intentó regresar hasta la orilla. Entonces el cabo se giró y le hizo seguir nadando. Se llevaron todas sus pertenencias.
La sentencia condena a nueve meses de cárcel y a tres años de inhabilitación al cabo y a seis meses y dos años de inhabilitación al agente. Éste no participó de forma directa en los hechos, pero se limitó a permanecer a cinco metros del cabo sin intervenir para impedir los hechos. El vigilante de la playa tendrá que abonar una multa. La sentencia no es firme.
La sentencia recoge, la versión del vigilante de seguridad, según el que lo ocurrido es algo «hasta cierto punto habitual por parte de según qué agentes de la policía local y de la Guardia Civil en la zona».