El alemán acusado de quemar el chalé de Llucmajor en el que vivió doce años, cuatro días después de ser desahuciado por no pagar el alquiler, ha argumentado hoy en el juicio contra él en la Audiencia de Palma que el incendio se inició de manera accidental mientras quemaba fotos tras beber mucho vino.
La fiscal ha reiterado su petición de 13 años de prisión para el acusado por un delito de incendio porque considera que el siniestro fue «totalmente premeditado y con el objetivo de hacer daño» y supuso un riesgo para las personas porque pudo extenderse y las casas colindantes estaban habitadas.
La acusación particular, que representa a los propietarios de la vivienda siniestrada, ha reclamado 15 años de cárcel.
El abogado defensor ha solicitado la absolución del hombre porque no se ha podido acreditar durante el juicio que el incendio fuera intencionado y que no sea cierta la versión del acusado de que comenzó por accidente cuando quemaba fotos familiares en un estado de profundo abatimiento debido a su desahucio.
El letrado ha solicitado como pena alternativa que sea condenado a 1 año de prisión por los daños causados y ha recalcado que dos peritos, un bombero con 36 años de experiencia que hizo un informe para el Consell de Mallorca, y un arquitecto del Ayuntamiento de Llucmajor, han asegurado en el juicio que en el incendio no hubo peligro para las personas porque en ningún caso hubo riesgo de propagación.
El tribunal de la Sección de Refuerzo de la Audiencia de Palma ha dejado visto para sentencia el juicio después de que el acusado haya hecho uso de su turno de palabra para pedir disculpas a la familia propietaria del chalé que incendió y para comprometerse a buscar trabajo cuando salga de la cárcel e intentar compensarles el daño causado.