«Sólo decía, ‘me quiero ir a la cama, me quiero ir a la cama'. Le acostamos. Tres horas después, oí un ‘pum' y le encontramos inconsciente». Uno de los británicos que acompañaba a Mathew Blue recuerda las últimas horas de vida del hombre que murió después de recibir varios golpes en la cabeza en Alcúdia en 2009. El fallecido se levantó por su propio pie y se marchó del lugar de la pelea. Sin embargo, sufrió un desfallecimiento y murió a consecuencia de un hematoma en el cerebro seis horas después del golpe.
Los dos acusados, un ciudadano británico y un alemán se enfrentan a peticiones de cuatro años de prisión por homicidio imprudente. En el juicio, que arrancó ayer en un juzgado de Palma, los dos se culparon mutuamente de la agresión y cada uno de ellos asegura que sólo intervino para separar. Ambos vivían de forma habitual en el Port de Pollença. El alemán afirma que iba con otros dos compañeros y que, fueron agredidos por la víctima y sus compañeros. Según dijo, el fallecido fue hacia él y se limitió a apartarlo. En ese forcejeo, la víctima cayó al suelo. Su compañero, dice sin embargo que éste estuvo intercambiando puñetazos con la víctima. Él acepta que fue a separarlos y que, en ese momento le dio una patada al fallecido cuando estaba tirado en el suelo. El juicio finaliza esta mañana.