El fuego y sus devastadores consecuencias se convirtieron en la madrugada de ayer en el triste protagonista. Sobre la una y cuarto saltaban las primeras alarmas. Una vivienda ubicada en el Camí de Can Maiol, tramo que une las barriadas de sa Indioteria y Son Cladera, por causas que se desconocen se prendió fuego el jardín de una planta baja, sita en el número 37.
Rápidamente, Bombers de Palma, Policía Local, Cuerpo Nacional de Policía y varias ambulancias medicalizadas del SAMU-061 se desplazaron hasta el lugar para auxiliar a las víctimas y sofocar el fuego. En el momento de declararse el incendio, en el interior de la vivienda había un matrimonio de avanzada edad que, afortunadamente, consiguieron salir de la casa sin sufrir daño alguno.
Las llamas, de entre tres y cinco metros de altura, daban paso a una intensa humareda negra que alarmó a todo el vecindario. Se investigan las causas, pero por el momento, los investigadores se decantan por el cortocircuito o que alguien lanzara una colilla al jardín. El mismo estaba lleno de motos, bicis y herramientas lo que propagó con mayor celeridad el fuego.
Por otra parte, a las 04.07 horas en el número 50 de la calle Leonor Servera, de Cala Rajada, se encontraban en la vivienda una señora con sus dos nietos menores frente al televisor. Los niños avisaron a su abuela que el brasero tiraba humo, pero tan sólo tuvieron tiempo de salir apresuradamente de la casa. La Policía Local de Capdepera procedió al desalojo del inmueble y unos 15 vecinos tuvieron que abandonar sus casas por un periodo de unas cinco horas.
Los Bombers de Mallorca sofocaron las llamas y procedieron al rescate por las ventanas y balcones de algunos de los vecinos de las plantas superiores que fue imposible que abandonaran el inmueble por su propio pie. El 061 tuvo que atender algunas crisis de ansiedad.