Condena dura para el conductor y simbólica para el copiloto. Un juzgado de Palma ha impuesto tres años y medio de cárcel para el agente del Cuerpo Nacional de Policía que conducía el vehículo que atropelló y mató en marzo de 2012 a una ciclista alemana en la carretera de es Cap Blanc. El inspector que circulaba de copiloto tendrá que abonar una multa por conducir el mismo vehículo minutos después del accidente, pero no por hechos relacionados con la colisión.
La sentencia señala que el agente Rodolfo Álvarez y el inspector Carlos José García habían estado esa noche juntos fuera de servicio. Los dos consumieron abundantes bebidas alcohólicas y en torno a las nueve de la mañana regresaron a sus casas en un coche policial sin distintivos. Conducía el primero. Por la carretera de es Cap Blanc fueron vistos por otro conductor que testificó en el juicio cómo iban en zigzag y cómo hicieron una maniobra de adelantamiento ilegal que forzó a otro vehículo a esquivarlos. En toda la carretera había a esa hora numerosos ciclistas a los que el automóvil policial se acercaba de forma peligrosa.
Unos metros más tarde, el acusado invadió el arcén y dio un fuerte golpe a una ciclista, Renate Dieternich. Ésta salió despedida e impactó contra un árbol. Murió en el mismo lugar del accidente.
El conductor no paró y siguió sin más hasta su casa, en Tolleric. El inspector cogió en ese momento el coche para regresar a sa Torre, donde residía. En esta urbanización, uno de los conductores que vió las maniobras preligrosas identificó el coche. Se trata de otro policía nacional, que ha sido uno de los testigos claves del juicio.
La sentencia absuelve al inspector de un delito de omisión del deber de perseguir delitos. Asume que no hay prueba suficiente para condenarlo. Él y su compañero afirmaron en el juicio que iba medio dormido porque había consumido mucho alcohol y el principal testigo aseguró que le vio cabecear.