Los lagos artificiales del golf de Son Ferrer y de sa Porrassa fueron el objetivo ayer de los submarinistas de la Guardia Civil y de los voluntarios de Protección Civil, que peinaron aquellos charcos en busca de Malén Zoe, la menor de 15 años desaparecida desde el 2 de diciembre.
Por la mañana, los GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas) se hicieron a la mar entre Portals Vells y el Mago, en la costa de Calvià. Iban en una lancha, pero el fuerte oleaje les obligó a regresar una hora después, ya que el mar estaba impracticable.
Laguna
Una vez en tierra, los expertos en inmersiones decidieron sumergirse en el lago del campo de golf de Son Ferrer, que tiene poca profundidad. Durante horas, los GEAS inspeccionaron palmo a palmo esa piscina, sin ningún resultado.
Por la tarde, los voluntarios de Protección Civil de Calvià regresaron a la laguna de sa Porrassa, por si quedaba alguna zona por batir. La empresa Calvià 2000 también está colaborando en el dispositivo policial y ayer se vaciaron algunos pozos y depósitos de la zona, para descartar que la adolescente estuviera allí.
En breve, el operativo se trasladará a zonas de acantilados, que podrían ser revisados por los especialistas en montaña de la Guardia Civil (GREIM). El helicóptero del Cuerpo también sobrevoló ayer Magaluf, Son Ferrer y Portals Vells. En la búsqueda de Malén se están utilizando todos los mecanismos de los que dispone la Benemérita, entre ellos perros adiestrados capaces de seguir rastros humanos o localizar cuerpos enterrados. En un primer momento, se dio por hecho que la desaparición de la menor era consecuencia de los graves problemas familiares que padecía. Con el paso de los días, y las nuevas pruebas recabadas por el Grupo de Homicidios, el caso ha dado un vuelco y la hipótesis de que Malén fue atacada cobra bastante fuerza.