El magnate ruso detenido por la Guardia Civil en Peguera estaba ultimando la compra de otro hotel en Calvià, por el que pensaba desembolsar 12 millones de euros. Por el Mar y Pins ya había pagado 6 millones en 2010 y los investigadores creen que, en realidad, el presunto capo de la mafia rusa blanqueaba así su fortuna.
La principal obsesión de Romanov, tal y como adelantó ayer Ultima Hora, era construirse un castillo a medida enfrente del mar, en el municipio de Calvià. Lo intentó con el Mar y Pins, pero cuando entregó el proyecto a los funcionarios de Urbanismo, estos quedaron escandalizados por sus pretensiones y le explicaron que algo similar era imposible en la costa. Romanov soñaba con almenas y torreones, y tras la primera negativa intentó comprar otro hotel en ese municipio, aunque no estuviera junto al mar. Poco antes de su detención, ultimaba la compra y pensaba gastar entre 12 y 15 millones de euros.
En Moscú, ya tiene a su nombre gimnasios y locales céntricos, por los que cobra elevadas mensualidades. Los interrogatorios de la Guardia Civil a los ocho detenidos se iniciaron el jueves y se prolongaron hasta altas horas de la madrugada del viernes. Romanov, el principal acusado, se negó a declarar, mientras que el resto de arrestados apenas aportaron datos de interés a los investigadores. La directora del hotel, una joven llamada Alona, también está detenida, pero no hay cargos importantes contra ella y es probable que quede en libertad.
Conexiones políticas
En la documentación intervenida en la mansión de Peguera, que fue sometida a un registro de 15 horas, se han hallado documentos que confirman lo que ya sabía el Grupo de Información: que Romanov tenía grandes contactos con políticos moscovitas y también con matones y mafiosos de la «Taganskaya». En total, se han intervenido 28.000 gigas de información informática, cuyo análisis durará semanas.