Un ciudadano de origen nigeriano fue condenado ayer a una pena de dos años y nueve meses de prisión por formar parte de una trama que, desde Palma, se dedicaba a clonar tarjetas de crédito cuyos datos obtenían a través de internet.
El acusado fue detenido junto a varias personas más en una gran operación puesta en marcha por la Guardia Civil en 2008 en Palma y Madrid. Tras años de instrucción en la Audiencia Nacional la causa llegó a juicio con un único acusado presente, dado que su compañero se encuentra en busca captura. El único encausado aceptó que formaba parte de la red. En la vivienda del domicilio se encontraron un gran número de tarjetas de crédito cuyos números no coincidían con los datos de la banda magnética. Con éstas la red se dedicaba a hacer compras en comercios reales y electrónicos y a hacer transferencias y manipular las cuentas corrientes de la víctimas, de manera que habían obtenido alrededor de 30.000 euros con sus actividades.