Agentes de la Policía Nacional, en el marco de la 'Operación Casa amarilla', han detenido en Palma de Mallorca a un hombre de 32 años y nacionalidad rumana, como presunto autor de los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, delito relativo a la prostitución y violencia de género. Los agentes, además, han localizado y liberado a la mujer que había sido traficada y explotada sexualmente.
En un comunicado, el organismo detalla que el pasado día 18 de noviembre, agentes de la UCRIF de la Jefatura Superior de Baleares, tuvieron conocimiento de que una mujer podía estar siendo víctima de Trata de Seres Humanos para su Explotación Sexual.
Activado el Plan Policial contra este supuesto, los policías adscritos a este grupo de investigación realizaron gestiones para la comprobación de tales hechos.
Según detallan, la víctima habría conocido al detenido a través de las redes sociales en su país de origen, y habrían incluso llegado a convivir juntos como pareja, en la ciudad de Ploiesti (Rumanía).
Tras esta convivencia, el detenido habría propuesto a la víctima viajar a España con la finalidad de buscar trabajo, siendo él el que se encargase de gestionar y pagar todos los gastos relacionados con el viaje, así como la búsqueda de un domicilio en Palma de Mallorca.
La mujer aceptó la proposición, creyendo que obtendría trabajo como camarera o limpiadora, y en ningún caso para ejercer la prostitución.
LE RETIRÓ SU CARTA DE IDENTIDAD
Una vez en España, el detenido sustrajo a su pareja su carta de identidad para evitar su evasión y le buscó trabajo en un club de alterne de la ciudad donde trabajaría como bailarina y acompañando a los clientes tomando copas. Además, el detenido comenzó a buscarle clientes para ejercer la prostitución en hoteles, estableciendo la cuantía a cobrar por el servicio y quedándose con la totalidad del dinero obtenido.
Ante la negativa de la víctima de prostituirse, el detenido recurrió a fuertes amenazas y coacciones, por lo que la mujer acabó accediendo a mantener relaciones sexuales con los clientes. Además, el detenido llegó a agredirla, porque consideraba que no obtenía dinero suficiente.
Por todo lo ocurrido, la víctima abandonó el domicilio y se dirigió a casa de una amiga, donde ambas recibieron continuas amenazas vía telefónica para que la mujer volviera con el detenido y siguiera aportándole dinero.
Tras tener conocimiento de la situación de la víctima, agentes de la UCRIF procedieron a la detención del hombre como presunto autor de los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, delito relativo a la prostitución y violencia de género.