La principal acusada en el juicio que sienta en el banquillo a doce personas acusadas de introducir en el consumo de drogas a menores para prostituirse se limita a esgrimir que ella también era toxicómana. La mujer que supuestamente contactaba con las víctimas en un parque de Palma se negó a responder a las preguntas de las acusaciones y sólo contestó a su defensa para aclarar que ella también tomaba droga y que también se prostituía. El juicio se inició ayer con la petición de parte de las defensas de una nulidad de las escuchas telefónicas. El argumento es que estos pinchazos se iniciaron después de que los padres de la adolescente fallecida en 2011 entraran en sus cuentas de correo y en su teléfono móvil por lo que, entienden que las escuchas se sustentan en una prueba ilegítima. La Fiscalía se opuso a este argumento ya que, señala que los padres son precisamente quienes están legitimados por la ley para denunciar cualquier intromisión en la intimidad de sus hijos.
Otra de las cuestiones previas atañe a uno de los registros en los que no se avisó al abogado que había designado uno de los acusados sino a un abogado de oficio.
Las vistas se prolongarán durante toda la semana, la mayor parte de ellas a puerta cerrada. De hecho, el juicio sólo volverá a ser público cuanto terminen de declarar todos los acusados y los testigos. En la sesión de ayer sólo declararon dos de los encausados, la ya mencionada y un joven vinculado con Nora, la menor que falleció. Éste ha negado que se aprovechara de ella y afirmó que mantenían una relación sentimental.
Durante los interrogatorios, el fiscal, Julio Cano ha introducido las conversaciones telefónicas y los datos que le llevan a sostener peticiones de prisión de hasta 26 años de cárcel para la principal acusada por delitos relacionados con la prostitución de menores y el tráfico de drogas.