Agentes de la UDYCO (Unidad contra la Delincuencia y el Crimen Organizado) de la Policía Nacional lo tenían muy claro. En la chimenea de la vivienda en la que residía 'El Ove' en el municipio de Alaró, el narco escondía un suculento botín. Nada más entrar en la casa, los funcionarios localizaron 140.000 euros estratégicamente colocados en el interior de la chimenea.
Simultáneamente, se practicaron numerosos registros en viviendas y puntos de venta del poblado de Son Banya y se procedía a la detención de once personas, entre ellas, el cabecilla de la banda, 'El Ove' y su mujer.
Entre los arrestados hay cuatro varones de nacionalidad sudamericana que eran los que ejercían como vendedores de los puntos de venta de droga en el poblado.
Durante los registros, se procedió a la incautación de medio kilo de cocaína y de más de un kilo de marihuana aproximadamente.
Gabriel A. G., conocido como 'El Ove' se encontraba, desde hace más de ocho meses, en búsqueda y captura por una orden de ingreso en prisión dictada por la Audiencia de Palma. Por ese motivo, el narco se fugó del poblado y trató de refugiarse en varios puntos de la Part Forana, hasta que en la tarde del miércoles, fue apresado en Alaró.
En lo que hace referencia a los registros del poblado de Son Banya, a los investigadores les llamó particularmente la atención, la instalación de nuevos mecanismos para evitar ser sorprendidos con la droga en su poder.
Los diferentes puntos de venta de droga disponen de unos depósitos de 500 litros de agua con disolvente en su interior. Los mismos están conectados directamente al desagüe. Cuando la Policía Nacional accede al poblado, los delincuentes introducen la droga en el depósito y activan el mecanismo de expulsión. De esta manera pueden deshacerse de la mercancía. Los narcos han ideado este mecanismo porque los agentes cortan el suministro de agua a las viviendas cuando entran en el poblado. En esta ocasión, los registros sorprendieron a los vendedores quienes no tuvieron tiempo de activarlos.