El pasado viernes 26 de julio se inició en la zona de sa Coma Calenta de Andratx el que se acabaría convirtiendo en el peor incendio forestal en la historia de Balears, con un balance final de 2.335 hectáreas calcinadas. El fuego afectó a los municipios de Andratx, Estellencs y Calvià, siendo el primero de ellos el más afectado. Concretamente, según datos del Institut Balear de la Natura (Ibanat), las llamas afectaron 2.140,2 hectáreas en Andratx (91,6 % de la superficie quemada); 187,3 hectáreas en Estellencs (8 %); y 7,5 en Calvià (0,3 %).
Pese a que en el interior del perímetro hubo zonas que no resultaron afectadas, los cálculos indicaban que se quemaron 2.208 hectáreas de vegetación forestal, entre matorrales (1.363 hectáreas), pinar y otros árboles (805 hectáreas), y vegetación de acantilados (40 hectáreas), así como 126 hectáreas de vegetación agrícola.
El 86 % de la superficie calcinada pertenece a fincas de propiedad privada y el 55 % del total afectado, es decir 1.282 hectáreas, forma parte del Paraje Natural de la Serra de Tramuntana
Las labores de extinción se alargaron durante tres semanas y la virulencia de las llamas provocaron la movilización de medios aéreos y terrestres de la Península.
Ahora se cumplen tres meses del incendio que se inició debido una negligencia, al lanzar un vecino sobre el terreno las brasas de una barbacoa. A pesar de que empiezan a verse brotes verdes en el paisaje, el panorama sigue siendo desolador, especialmente en muchos tramos de la carretera que enlaza Andratx y Estellencs.
La sociedad se ha movilizado y se llevan a cabo numerosas iniciativas para recuperar esta zona de la Serra de Tramuntana, aunque tendrá que pasar medio siglo para que vuelva a recuperar el aspecto que tenía antes del incendio.