Un joven interno que cumplía condena en el centro penitenciario de Menorca falleció el pasado fin de semana por causas que todavía se están investigando, aunque fuentes cercanas a los internos aseguran que el preso, quien responde a las iniciales O.E.H, se suicidó en la prisión.
Las mismas fuentes han apuntado que el fallecido sufría amenazas y han indicado que algunos de los internos de la cárcel menorquina han iniciado una huelga de hambre porque «temen por su vida». Cabe recordar que cuatro presos mantuvieron durante una semana una huelga de hambre similar el pasado mes de enero para protestar por los malos tratos físicos y psicológicos que denunciaban recibir por parte de algunos funcionarios.
Por su parte, una treintena de reclusos firmaron un escrito a través del cual denunciaban públicamente ser víctimas de palizas, amenazas, actitudes vejatorias y maltrato psicológico por parte de algunos trabajadores de la prisión.
Segundo suicidio en seis meses
En el caso de que se determinara que el joven fallecido el pasado fin de semana se quitó la vida, se trataría del segundo caso de suicido en la cárcel menorquina en menos de seis meses. Otro joven, Carlos Silva, falleció el pasado mes de mayo tras intentar ahorcarse en una celda de aislamiento del centro penitenciario. El recluso falleció una semana después en el Hospital Mateu Orfila de Maó, donde estuvo ingresado en estado de muerte cerebral.
Su familia interpuso una denuncia contra los responsables de la prisión por omisión de socorro ya que, tal y como subrayaron, Silva no fue atendido con suficiente rapidez tras intentar ahorcarse y las secuelas provocadas le costaron la vida.
Por otro lado, la Comisión de Derechos Humanos del Colegio de Abogados de Baleares solicitó a principios de junio a la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio de Interior, que aclarase la muerte de Carlos Silva.