«A principios de 2012, Enrique Calvo Furst, director general de Seguridad Ciudadana y Antonio Vera Martínez, intendente jefe de la Policía Local, decidieron de mutuo acuerdo alterar de forma fraudulenta el resultado del concurso oposición de forma tal que resultaran beneficiados determinados agentes». La Fiscalía Anticorrupción apunta a que fueron los dos máximos responsables de la Policía Local de Palma quienes facilitaron a tres agentes siete de las diez preguntas del examen para oficial, todas ellas con sus correspondientes respuestas. La querella presentada por la Fiscalía señala que con esas preguntas en su poder los tres consiguieron superar las pruebas. Uno de ellos, que era conocido como ‘el primo' de Vera en el cuartel de San Fernando logró un total de 24 puntos sobre 24.
El relato fáctico que hacen los fiscales Miguel Ángel Subirán y Juan Carrau en su querella se acompaña con la imputación de cuatro delitos a los implicados: revelación de secretos, uso de información privilegiada, prevaricación administrativa y omisión de perseguir delitos.
Tanto de la querella de la Fiscalía como de la investigación realizada por el Grupo de Información de la Guardia Civil se desprende que Vera fue quien redactó cuatro de las diez preguntas del examen. Otras tres le fueron facilitadas por uno de los vocales del tribunal ya que él era el presidente del mismo. Fueron estas siete las preguntas que llegaron a los aspirantes a la plaza. De hecho, uno de ellos sólo contestó a éstas. Dejó las otras tres en blanco. Al ser preguntado por la Guardia Civil manifestó que era un problema de tiempo y que curiosamente comenzó por la cuarta porque era la primera que se sabía. Las siete las respondió a la perfección.
Las preguntas pasaron de Vera a Calvo, según los investigadores y de éste a un agente, Daniel Montesinos que la distribuyó a los que iban a hacer el examen. Montesinos fue quien después acudió a la Fiscalía para denunciar el amaño.