Un fotógrafo aficionado de Calvià fue juzgado ayer por grabar a dos modelos en el cuarto en el que se cambiaban de ropa. Los hechos por los que está acusado ocurrieron en noviembre de 2012. Según relataron en el juicio las dos jóvenes –ambas mayores de edad– fueron a casa del fotógrafo para hacerse un book que él les ofrecía. En la vivienda había un cuarto preparado como estudio de fotografía y las dos víctimas contaron que entraron a cambiarse de ropa en otro de al lado.
Cuando las dos jóvenes se estaban cambiando de ropa vieron en una caja una luz roja que parpadeaba. La abrieron y encontraron un cámara de fotos conectada en modo vídeo. Sacaron la tarjeta de forma inmediata y denunciaron lo ocurrido en la Guardia Civil de Palmanova.
Los agentes explicaron que tras recibir la denuncia fueron hasta la vivienda. Allí vieron cómo otras dos jóvenes similares a las denunciantes salían de la vivienda. Decidieron entrar y el fotógrafo permitió un registro voluntario en la casa. Allí, los guardias encontraron la caja en la que se escondía la cámara. Sin embargo, en los registros no encontraron ningún vídeo sospechoso, dado que las víctimas habían quitado la tarjeta con la cámara en marcha y las imágenes se habían borrado. El acusado, en su turno de última palabra negó los hechos: «Soy fotógrafo aficionado y punto. Nunca he tenido la intención de grabar nada», aseguró.
La Fiscalía mantiene una petición de dos años de cárcel para el acusado.