Un juez ha decretado el ingreso en prisión de una pareja, conformada por un ciudadano búlgaro y una mujer española, dueño y camarera de un club de alterne de Palma, respectivamente, por su presunta participación en la comisión de numerosos delitos de estafa de más de 200.000 euros a clientes de este establecimiento, de quienes obtenían el número secreto de sus tarjetas de crédito y, posteriormente, a través de distintas tretas les sustraían las tarjetas.
En un comunicado, la Jefatura Superior de Policía de Baleares ha informado de que la denominada 'Operación Esfinge' es el resultado de una «laboriosa y minuciosa» investigación realizada a raíz de la recepción de varias denuncias interpuestas por diferentes turistas de nacionalidad extranjera a los cuales, tras reconocer haber abonado alguna consumición o servicio en el local, mediante tarjeta de crédito tipo EMV (con código secreto), se les realizaban una serie de cargos con su tarjeta, sin su conocimiento y autorización.
Así, ha detallado que las víctimas eran previamente seleccionadas entre los clientes del local, respondiendo todas ellas a unos mismos parámetros, de manera que eran turistas extranjeros, sin residencia en España, estancia temporal y salida en uno o dos días del mismo.
Según los investigadores, esta selección «no era para nada casual», sino que el hecho de que la estafa se cometa en un establecimiento de este tipo (local de alterne), hace que las víctimas sean «reticentes» a denunciar para que su asistencia al local no sea conocida por su entorno, respondiendo a un claro propósito de disminuir en lo posible el número de denunciantes.
A día de hoy, la Policía Nacional ha localizado a un total de diez perjudicados, a los cuales se les ha estafado una cantidad total cercana a los 120.000 euros, aunque los investigadores creen que la estafa urdida por los detenidos podría ascender a más de 200.000 euros, ya que han detectado múltiples operaciones, mediante tarjeta, con idénticas o similares características a las efectuadas con las tarjetas de los denunciados.
Por ello, continúan con las gestiones para la identificación y localización de otras víctimas.
Por otro lado, ha explicado que para obtener el número secreto de las tarjetas de los clientes, los responsables del local aprovechaban el momento en que el cliente introducía manualmente el número al realizar el pago voluntario de alguna consumición.
De esta manera, una vez obtenido el número secreto y a través de diversas artimañas, se apoderaban de la tarjeta de crédito sin que su titular fuera consciente.
Operaciones de hasta 41.000 euros a un cliente
Posteriormente, comenzaban a realizar operaciones con la citada tarjeta de diferentes importes, en general elevados (de 2.000 a 3.000 euros), continuando con esta dinámica una y otra vez, hasta que alguna de ellas era rechazada por la entidad bancaria de la víctima, al no disponer de saldo suficiente.
Cuando esto ocurría, según ha desvelado la Policía Nacional, lo volvían a intentar con un importe menor (1.500 o 1.000 euros) y así sucesivamente, hasta agotar totalmente el saldo diario disponible, llegando incluso a realizar cargos con la tarjeta de uno de los denunciantes por importe de 41.100 euros, «cantidad exageradamente elevada incluso para un negocio de estas características».
Finalmente, la Policía ha indicado que la investigación continúa abierta, por lo que no se descartan nuevas detenciones en los próximos días.