Policía nacional y héroe. Un agente del CNP de Palma salvó la vida ayer de madrugada a un joven que dormía mientras su piso se incendiaba. El funcionario llamó repetidamente a la puerta, pero como nadie abría la tiró a patadas y rescató al muchacho, que estaba aturdido por el denso humo y por una noche de marcha. Al final, los dos resultaron intoxicados y tuvieron que ser atendidos por los médicos.
La víctima regresó a su casa de la calle Llorenç Riber (una travesía de la calle Aragón) sobre las cuatro de la mañana, tras pasar la noche con unos amigos, de copas. Como tenía mucha hambre encendió la cocina y dejó algo en el fuego. A continuación, sin embargo, se quedó profundamente dormido por el cansancio y no se dio cuenta que la cocina quedaba envuelta en llamas.
Los equipos de emergencia comenzaron a recibir llamadas de vecinos de ese edificio que alertaban de que estaba saliendo una gran cantidad de humo negro por la ventana, y varias unidades se desplazaron hasta el lugar. En efecto, cuando la primera patrulla del Cuerpo Nacional de Policía llegó el humo era visible desde la calle. Uno de los agentes subió corriendo por la escalera y aporreó la puerta, al tiempo que gritaba por si había alguien en el interior. Nadie abría y los segundos iban pasando. Algún vecino comentó que el piso estaba habitado y el agente, sin pensárselo dos veces, pateó la puerta y la tiró abajo.
La cocina estaba envuelta en llamas y el humo inundaba el resto de habitaciones. Casi sin ver y con serias dificultades para respirar, el policía registró la casa y finalmente descubrió al joven, que dormía. En cuanto lo despertó bruscamente descubrió que el muchacho estaba aturdido, por lo que lo cogió en brazos y lo sacó de la casa.
Mientras tanto, los bomberos y la Policía Local se habían sumado al dispositivo de emergencia y habían evacuado a los vecinos de la finca, que esperaban nerviosos a pie de calle a que el incendio fuera sofocado. Una hora después, la situación se normalizó. Y un policía anónimo se había convertido en héroe.