¿Qué está pasando en Magaluf? En las últimas semanas cuatro jóvenes han fallecido y media docena han resultado heridos de gravedad al caer desde uno de los pisos de su hotel o por las escaleras. Ayer de madrugada la maldición se repitió y otro turista murió tras precipitarse desde tres metros de altura.
Sobre las cinco de la madrugada, un policía londinense de vacaciones en Mallorca y su amigo regresaban a su hostal, en la calle Llevant de Magaluf. Estaba lloviendo y la pareja reparó en un joven tendido sobre el césped. Al acercarse, descubrieron que era Peter Samuel Hill, un compatriota británico de 22 años que se alojaba en la planta baja del establecimiento. El muchacho tenía sangre en el oído y la nariz, y al parecer los dos amigos lo arrastraron hasta un pasillo, para que no se mojara por la lluvia. Intentaron reanimarlo, pero el turista no reaccionaba y pidieron ayuda a los empleados del edificio hotelero.
Una ambulancia y efectivos de la Guardia Civil se desplazaron hasta esa dirección y confirmaron que la víctima había fallecido. La Policía Judicial de la Guardia Civil de Calvià se hizo cargo de las diligencias y sobre las ocho de la mañana la empresa funeraria retiró el cuerpo sin vida y lo trasladó al instituto anatómico forense, donde estaba previsto que se le practicara la autopsia.
De las investigaciones realizadas hasta el momento, todo apunta a que Peter Samuel cayó desde tres metros, con tan mala suerte que se golpeó la cabeza y sufrió una lesión cerebral que le causó la muerte.
Tres días
El fallecido era vecino de Beckford, en Inglaterra, y llevaba tres días de vacaciones en Mallorca. La caída que sufrió en su hostal de Magaluf no era en absoluto mortal, y las fuentes señaladas señalaron que «se podría haber caído cien veces desde esa altura al césped y no se habría hecho nada o en todo caso lesiones leves. Sin embargo, él se golpeó la cabeza y murió».
La Policía Judicial está investigando si el fallecido ingirió bebidas alcohólicas o sustancias prohibidas.