Salva y Jimy son dos marineros que cuentan con una dilatada experiencia y, desde hace algo más de 18 años, son los encargados de las golondrinas que cubren la ruta que cubre Santa Ponça, Peguera, Port d'Andratx, sant Elm y sa Dragonera.
Hace unos días vivieron una experiencia que nunca olvidarán.
«Cuando acabamos nuestro turno de trabajo nos dirigimos hasta Cala Fornells, en Peguera. Allí dejamos en roda las embarcaciones (fondeando) toda la noche. Cuando recogemos la basura acumulada en la golondrina de los clientes y tripulación cogemos un pequeño bote de madera y, a remo, nos dirigimos a la orilla de la cala. En total, aproximadamente cubrimos una pequeña travesía de unos 300 metros», relata Salva.
«El otro día, sobre las 23.30 horas, estaba la mar en calma y la noche muy cerrada cuando, de repente, fuimos abordados literalmente por una embarcación que con unos focos nos estaba iluminando. Acto seguido oímos: ‘Alto a la Guardia Civil' y levantamos todos las manos. En principio nos pensábamos que todo era una broma, pero a medida que pasaban los minutos nos dimos cuenta que la cosa iba muy en serio. Nos habían confundido con una patera o con unos delincuentes», añade.
Inmediatamente, los agentes hicieron subir a los marineros a la embarcación de la Benemérita y les realizaron una exhaustiva revisión de documentación y material.
«Tras 18 años como marineros es la primera vez que nos han confundido. Entendemos que la Guardia Civil hicieron su trabajo, pero el susto no nos lo quita nadie», concluye el patrón.