La Guardia Civil ha desarticulado a dos bandas que se dedicaban al robo y posterior venta de teléfonos móviles, todo ello a través de dos operaciones diferentes que se han saldado con la detención de un total de doce personas, cincuenta hechos delictivos esclarecidos y la incautación de hasta 117 teléfonos.
En el marco de la denominada 'Operación Fressi', el pasado 19 de agosto el Instituto Armado arrestó a cuatro personas de nacionalidad pakistaní por la presunta comisión de delitos de asociación ilícita, receptación y estafa, ya que, según las pesquisas llevadas a cabo por la Guardia Civil de Palmanova, se dedicaban a la compra de terminales móviles de última generación y material electrónico procedentes de hurtos y robos.
Posteriormente, la organización enviaba fuera de España los efectos adquiridos, o bien los vendían a terceras personas. Esta banda organizada igualmente se dedicaba a un nuevo modo de estafa bancaria, utilizando las tarjetas SIM de los teléfonos móviles ilícitos para acceder a las cuentas bancarias vinculadas a los contratos de las propias tarjetas.
Una vez que desbloqueaban las mismas mediante un software informático, tenían acceso a todos los datos bancarios del titular del teléfono, haciendo ingresos en las cuentas corrientes del jefe de la organización.
En el marco de esta operación se realizaron dos registros domiciliarios y otro en un locutorio, todos ellos en S'Arenal de Llucmajor, lugares donde se intervinieron 43 terminales móviles, ordenadores, cámaras de fotos y material electrónico, todo ello por un valor en el mercado cercano a los 15.000 euros, así como la cantidad aproximada de dinero en efectivo de 21.000 euros.
Con esta operación, la Guardia Civil ha conseguido el esclarecimiento de más de 50 hechos delictivos de hurto, robo con fuerza y robos con violencia perpetrados principalmente en zonas de ocio de Magalluf.
Operación 'Banana dorada'
Mientras tanto, el pasado martes la Guardia Civil de Llucmajor-S'Arenal llevó a cabo la detención de ocho personas que presuntamente constituían una banda dedicada al robo de teléfonos móviles, extorsión y receptación.
Los agentes iniciaron la investigación a principios de verano, según la cual el grupo de personas se encontraba perfectamente estructurado y organizado, dedicándose una parte de ellos a hurtar y robar en multitud de lugares tales como playas y parques acuáticos, mientras que otros integrantes de la banda se dedicaban a extorsionar y coaccionar a ciudadanos que se veían involucrados en la posterior adquisición de terminales móviles y que se demoraban en sus pagos, al tiempo que otras personas receptaban una gran cantidad de objetos.
Uno de los integrantes del ultimo escalón era técnico informático y supuestamente aprovechaba su conocimiento tecnológico para liberar y modificar teléfonos para no ser localizados por sus propietarios. El arrestado trabajaba en una conocida tienda de S'Arenal, a la que multitud de personas acudían cuando el técnico informático se encontraba trabajando para ofrecer teléfonos, si bien cabe reseñar que el establecimiento no formaba parte de la trama delictiva.
Hasta este momento se han practicado un total de ocho detenciones, aunque la operación continúa abierta y no se descartan más arrestos. Según la Benemérita, se ha incautado de la cantidad de 117 teléfonos móviles de última generación, diez vídeo consolas de los últimos modelos pertenecientes a diferentes marcas, nueve vídeo consolas portátiles y diverso material informático.
También se imputa al técnico informático un delito contra la propiedad industrial, dado que presuntamente proporcionaba señal modificada de canales de televisión privada de pago a través de Internet.