La Policía Nacional ha detenido a un empresario por manosear a una trabajadora y no renovarle el contrato cuando ésta se negó a los abusos y rechazó una petición de su empleador para que la masturbara.
El detenido es el dueño de un restaurante de Palma de 38 años de edad que acumula catorce antecedente policiales por delitos contra la integridad sexual. La víctima, una mujer de en torno a los cincuenta años de edad, trabajaba para él con un contrato de prueba. En varias ocasiones, según denunció la mujer la manoseó los pechos. La situación se prolongó hasta que un día ella le exigió de forma tajante que dejara de meterle mano o que, de lo contrario, hablaría con su pareja. La reacción del hostelero fue decirle que si quería que no le tocara, tendía que masturbarle, algo a lo que la empleada se negó. Tras este episodio a la trabajadora se le terminó el contrato de prueba que tenía para la empresa. Recibió una carta en la que se decía que su rendimiento no había sido satisfactorio y no fue renovada.
A raíz de esto, la empleada presentó una denuncia el pasado 26 de julio que, tras ser verificada por el Servicio de Atención a la Familia llevó a la detención del sospechoso que ayer pasó a disposición judicial.