«Estellencs sin el turismo es un municipio muerto, un pueblo fantasma y la ruina de unos vecinos que, en su gran mayoría, se dedican al sector servicios. El fuego nos ha quitado un pulmón y ahora las autoridades con su pasividad nos quieren acabar de matar». Estas son las palabras de algunos de los organizadores de la marcha reivindicativa convocada, en la mañana de ayer, por los vecinos de Estellencs.
A las diez de la mañana, unas 300 personas recorrieron los poco más de tres kilómetros del tramo designado como señal de protesta contra la lentitud con la que avanzan los trabajos de reapertura de la carretera que une Andratx y Estellencs.
«A nuestro municipio se puede acceder por Andratx o por Esporles. El 85 por ciento de los vehículos lo hacen por la carretera que, a día de hoy, aun permanece cerrada al tráfico. De los más de 2.500 coches que pasaban diariamente, ahora no pasa nadie. No queremos convertirnos en un pueblo fantasma», añade Joan, uno de los vecinos presentes en la concentración.
La marcha, que contó con la escolta de la Guardia Civil de Tráfico, fue organizada a través de redes sociales, especialmente Facebook, y la respuesta resultó masiva.
«Yo tengo un restaurante y los doce empleados se han tenido que ir al paro. ¿Es justo?», comenta Pep, propietario de Es Grau Restaurante. Por otra parte, los vecinos han pedido a los medios de comunicación internacionales que no caigan en la tentación de hacer demagogia o sensacionalismo de la desgracia.
Del mismo modo, la Asociación de Productoras de las Islas Balears (Apaib) ha solicitado al Govern «un plan urgente de reforestación». La Apaib afirma que el mantenimiento del paisaje de la Serra de Tramuntana es «básico» para la industria turística y cinematográfica y para la economía en general, por lo que considera que «no es prudente ahorrar esfuerzos en este ámbito».