El Tribunal Supremo ha confirmado la condena impuesta por la Audiencia Provincial a dos guardias civiles por vender cocaína en s'Arenal. Ambos tendrán ahora que cumplir condenas de cuatro años y medio y de tres años de cárcel.
Junto a ellos fueron condenadas otras dos personas, entre ellas el hombre que regentaba una tienda en la que el aucusado se abastecía de la droga. La trama fue descubierta por Asuntos Internos de la Guardia Civil.
Los agentes sospecharon por los ingresos del principal acusado y por su conducta. Le siguieron durante varios días. Así contemplaron cómo el guardia subía y bajaba de coches tras unos minutos, mantenía frecuentes contactos muy breves con otras personas en lugares apartados y finalmente, verificaron algunas de las entregas de droga. Con esta base solicitaron escuchas telefónicas que ahora el Supremo ha avalado frente al recurso de las defensas. Las escuchas desembocaron en la detención de los agentes en abril de 2009. La sentencia atribuye a uno de ellos el principal papel en la red. De hecho su compañero condenado se limitó a comprarle droga de forma ocasional para venderla luego él. Entre sus clientes de Fernández Vázquez se encuentran al menos otros cinco guardias civiles que le adquirían la droga a un precio de 40 euros el gramo.