Un niño de cuatro años de edad ingresó ayer por la mañana en el hospital de Son Llàtzer tras sufrir una caída desde un segundo piso en Can Pastilla, en Palma. Las lesiones que presentaba el pequeño tras una primera valoración no eran graves, aunque se estaba pendiente de realizarle una serie de pruebas para descartar posibles lesiones internas. El Cuerpo Nacional de Policía (CNP) detuvo a la joven que lo cuidaba porque lo dejó para ir a comprar tabaco.
Precipitado
El pequeño se precipitó desde un segundo piso sobre las 08.30 horas de la mañana. Antes de caer al suelo impactó contra un toldo, lo que amortiguó el golpe, desde unos seis metros de altura. Poco después el niño fue trasladado hasta el centro de salud de la zona, donde fue atendido por el personal médico.
El pequeño presentaba golpes y rasguños en distintas partes del cuerpo y, aparentemente, su estado no era grave.
Fuera de peligro
Desde el centro de salud se solicitó la presencia de una ambulancia y también se dio cuenta del incidente a la policía.
Agentes del Servicio de Atención a la Familia (SAF) del Cuerpo Nacional de Policía se hicieron cargo de la investigación y se entrevistaron con el personal sanitario y, posteriormente, con la madre del niño para averiguar las causas del accidente.
El pequeño fue conducido en una UVI móvil del 061 desde el centro de salud de Can Pastilla hasta el hospital de Son Llàtzer, donde llegó sobre las 09.30 horas. Una vez en este centro se le realizaron una serie de pruebas para determinar el alcance de las heridas además de descartar posibles lesiones internas.