Unas horas después del macabro hallazgo del cuerpo sin vida y brutalmente golpeado del empresario Andreu Coll Bennàssar, de Can Tiú de Alaró, la Policía Judicial trabaja sin descanso para tratar de proceder a la detención del presunto asesino.
Por el momento, los agentes responsables del caso trabajan en la hipótesis de que Andreu fue brutalmente asesinado en otro lugar y, posteriormente, introducido en el maletero de su propio Land Rover blanco y abandonado en el Camí des Cocons, en el término municipal de Bunyola, junto al cementerio.
Todo apunta a que los presuntos asesinos trataron de deshacerse del cuerpo una vez muerto y eligieron una zona sin vecinos. La hora de la muerte aun no está definida con exactitud, pero en el lugar de la localización del cadáver el cuerpo llevaba unas horas.
Durante la tarde de ayer, la Policía Judicial de la Guardia Civil tomó declaración a los trabajadores, familiares y amigos de la víctima para tratar de esclarecer los hechos.
Andreu Coll Bennàssar, de 57 años de edad, era de Alaró, aunque no se relacionaba mucho con sus vecinos.
El fallecido era un empresario muy conocido de la construcción, tenía una empresa de máquinas recreativas (tragaperras) y varios locales que alquilaba, entre ellos el conocido hostal de Can Tiú, situado en pleno centro de Alaró.
Los vecinos lo catalogan como una persona introvertida, que se relacionaba muy poco con la gente del pueblo, y algunos se atreven a afirmar que pudo tener algún problema relacionado con su actividad profesional e incluso con los alquileres de sus locales.
El alcalde de la localidad, Joan Simonet, lamentó profundamente la pérdida y solicitó respeto por las investigaciones que está realizando la Guardia Civil. También destacó que Andreu era un empresario muy conocido, pero no vinculado con la participación ciudadana del pueblo.