Una ratonera grandiosa. La autopista del aeropuerto, a la altura de la salida del Coll den Rabassa, quedó convertida ayer por la mañana en un auténtico caos. Un Golf, cuyo conductor sufrió un repentino desmayo, atravesó la mediana y aterrizó sobre ese coche. A continuación, otros tres turismos se vieron implicados. Los minutos siguientes fueron de locura absoluta, con la autopista cerrada y colas de hasta cinco kilómetros.
Sobre las diez y media de la mañana, un Volkswagen Golf de color blanco, con placas de matrícula 7414-FNY, circulaba en dirección a Palma con dos ocupantes a bordo: Jaime Aguiló Marí, que conducía y María José Escoda Pujol, que iba de acompañante. En el kilómetro 5,100 de la Ma19, el conductor se desmayó. La mujer intentó controlar el volante, pero no pudo evitar que el automóvil saliera propulsado por la mediana, saltara la barrera y cayera sobre un Renault Safrane que circulaba en sentido Llucmajor.
El primer coche quedó destrozado y el segundo, chafado. Milagrosamente, sus ocupantes sobrevivieron al brutal impacto.La pareja quedó herida grave, el otro lesionado leve. Acto seguido, otros tres coches chocaron contra ellos: un Ford conducido por Sharon Les Ley, un Citroën C4 conducido por María Gil Clemente y otro C4 del Cuerpo Nacional de Policía. Todos sufrieron contusiones leves y los agentes salieron ilesos. Bomberos, guardias civiles y ambulancias se desplazaron hasta la autopista de Llevant, mientras el tráfico era cortado y cientos de conductores quedaban atrapados en la gran ratonera.
Durante una hora, la circulación se desvió por el Camí Fondo, la Ma30 y la Ma15 (Palma-Cala Rajada). Sin embargo, las retenciones kilométricas afectaron a la vía de cintura, la autopista de Inca, las Avenidas y el Paseo Marítimo. «Ha sido uno de los atascos más monstruosos», reconoció un mando policial.