La prensa británica y el padre de Gary Clive Vigors, el turista inglés que murió degollado en Magaluf a manos de su compatriota británico William Swannell, han cargado duramente contra la Justicia española.
El padre del fallecido afirmó que «la justicia en España es de chiste. En Reino Unido si alguien mata a otra persona la pena mínima es de 15 a 20 años». «En España, por el contrario, el fiscal llega a un pacto con la defensa, pagan un dinero y la condena se reduce a seis años», añade.
«El asesino de mi hijo estará en libertad en menos de dos años. Por lo que se ve matar a alguien en España sale muy barato», concluye.
Por su parte, buena parte de la prensa británica ha menospreciado el pacto alcanzado tachándolo de ridículo, escandaloso y fuera de la ley.
Cabe destacar que en el juicio, celebrado esta semana pasada en la Audiencia de Palma, la acusación particular que representaba a la madre y a las hermanas del fallecido estuvieron de acuerdo en cobrar 177.000 euros de indemnización. Al igual que ha sucedido en Inglaterra, en Mallorca también ha causado sorpresa el pacto.
En un primer momento, la Fiscalía reclamaba una condena de 14 años de prisión para el acusado por la muerte de su compatriota tras una discusión, en un bar de Magaluf, en marzo de 2011. En el escrito inicial ya le reconocía dos atenuantes. Sin embargo, a una semana del inicio del juicio, el letrado defensor del acusado alcanzó un pacto con el ministerio público, tras aumentar la cuantía de las indemnizaciones, por lo que se reducía a seis años de cárcel la condena para el procesado. El acusado, Thomas William Swannell, lleva dos años en prisión provisional en Palma y el resto de condena podrá cumplirla en Gran Bretaña.