«El lunes por la mañana me llamó una vecina de la zona que habitualmente le llevaba comida al mendigo y al perro con el que vivía en el interior. Me contó que hacía unos días acudía al puente de la carretera del desvío del Port, pero que no tenía noticias del indigente alemán. Yo me acerqué a las pocas horas y tampoco lo encontré. Más tarde, regresé con una linterna y me encontré al hombre tendido en el suelo en un estado lamentable», relata Matías, el vecino que alertó a los equipos de emergencia del hallazgo.
«Yo me dedico a la recogida de chatarra y hacía unos días que no lo veía. Era un buen hombre que nunca se metía con nadie. Aproximadamente, llevaba cosa de un año viviendo debajo del puente. Cuando llegó la ambulancia, los dos técnicos no querían entrar en el puente de tantas ratas que había y de las condiciones de insalubridad. Tuvimos que entrar varios vecinos y sacarlo. Acto seguido llegó la Guardia Civil y se lo llevaron. Estaba vivo, pero gravemente herido», concluye Matías.
Vecinos
Los residentes del lugar destacan que el mendigo fallecido era una persona muy querida en la zona. Se dedicaba a pintar cuadros y los vendía a las puertas de los supermercados.
Desde Servicios Sociales del Ajuntament de Sóller parece ser que habían intentado en diversas ocasiones que los indigentes dejaran de vivir en condiciones insalubres en ese pequeño túnel. No obstante todos los intentos para que fuesen a un centro de acogido fueron infructuosos.
El varón falleció el lunes a causa de un shock multiorgánico, según información facilitada por fuentes judiciales.