Unos padres de una urbanización de Llucmajor han sido imputados por la Policía Local después de que se descubriera que habían tenido encerrada a su hija de 14 años durante dos meses en un sótano de su chalet como castigo porque la adolescente fumaba.
Los hechos investigados ahora por Protección de Menores y la policía ocurrieron meses atrás, aunque no habían trascendido hasta hace poco. La pista que puso a los agentes de la Secció de Menors del cuartel de Llucmajor sobre el caso fue que la chica se había ausentado muchas semanas de clase.
Investigación
Los funcionarios abrieron una investigación, que fue compleja porque la familia era extranjera y no había facilitado sus teléfonos reales al colegio, y finalmente localizaron el chalet, ubicado en una de las urbanizaciones del término municipal.
Los policías buscaron a la menor y descubrieron que había estado retenida en su propia casa, como castigo por fumar y por no comportarse como su padre esperaba. El siguiente paso por tomar declaración a la adolescente, que facilitó una serie de datos espeluznantes sobre su cautivo familiar de dos meses en el sótano.
El progenitor, según contó, era alarmantemente severo con ella y se disgustó mucho cuando descubrió que había fumado con sus amigas del colegio. Entonces, supuestamente con el conocimiento de la madre, decidió castigarla en el sótano, cerca de sesenta días.
Su estancia en esa parte de la casa fue una pesadilla para la joven, que además perdió el contacto con sus compañeros del centro escolar y se le prohibió conectarse a través de internet con ellos. Nadie, además de sus padres, sabía dónde estaba ni qué le había pasado.
Imputados
Tras escuchar el relato de la víctima, los agentes interrogaron al padre y a la madre, y ambos fueron imputados judicialmente. También perdieron de forma inmediata la custodia de la menor, que fue acogida por el IMAS (Institut Mallorquí d'Afers Socials). El caso sigue ahora su instrucción judicial.