Gustavo Villas, actual director del centro penitenciario de Palma, tenía previsto informar ayer de la noticia que se publicó en la edición de Ultima Hora en relación al preso que tiene que donar su médula para salvar la vida de su hermana, que permanece ingresada en un hospital de Sao Paulo (Brasil).
Pero a primera hora de la tarde se recibió una orden de Instituciones Penitenciarias en la que se prohibía facilitar dicha información, y se nos instaba a llamar a un teléfono de Madrid que se corresponde con el gabinete de prensa de Instituciones Penitenciarias.
Contacto
A las seis de la tarde una de las tres responsables de prensa, desde Madrid, se puso en contacto con este periódico para decir que «no es cierto que al interno se le haya denegado el permiso de salida a un hospital de Madrid o de Barcelona porque no lo ha solicitado».
A la pregunta de si podría haberlo solicitado para ser intervenido en otro hospital, la responsable de prensa dijo que «no podemos informar de nada relativo a un interno puesto que se trata de datos totalmente privados». Dicha persona tampoco quiso opinar sobre la situación creada, ante la tardanza en que se lleve a cabo el trasplante de médula «porque para eso el interno tiene una abogada y a su familia».
Como se informó ayer en estas páginas, Elenilde Oliveira Santos permanece ingresada en el hospital Santa Isabel, de Sao Paulo, con una leucemia mielóide aguda.
La enfermedad se le detectó el año pasado y los médicos apuntaron como única solución para salvarle la vida un trasplante de la médula. Para ello se hicieron las pertinentes pruebas a sus cuatro hermanos y la correspondiente a José Raimundo Oliveira Santos dio positivo en un cien por cien.
La esposa del preso, Saray, de nacionalidad española y residente en Eivissa, recordó ayer que su esposo «fue trasladado de la cárcel de Eivissa a la de Palma en septiembre del año pasado. Lo que nos dijeron fue que la extracción de la médula quizás podría llevarse a cabo en el hospital de Son Espases. Pero ha pasado el tiempo y lo que alegan ahora es que no hay nadie que se haga cargo de los costes, tanto de la intervención como del posterior traslado». La mujer comentó que el precio total «ronda los cinco mil euros».
Por otra parte este periódico se puso en contacto con Jaume Alemany, director de Pastoral Penitenciaria de Palma. Alemany dijo no querer entrar en cuestiones que conciernen a Instituciones Penitenciarias, refiriéndose en concreto a la concesión o no del pertinente permiso de salida. Lo que sí dijo Alemany es que está dispuesto a ayudar «en lo que sea necesario y esté a nuestro alcance en lo que se refiere a la cuestión humanitaria».
Funcionarios del centro penitenciario de Palma comentaron, por su parte, que estaban al tanto de la situación y que esperan que en los próximos días se le conceda al preso el permiso de salida.