Lo que debía ser un servicio más de los bomberos, sin aparente peligro, estuvo a punto de acabar en tragedia. Cuatro bomberos resultaron heridos ayer cuando sofocaban un incendio en un molino del Coll d'en Rabassa. La escalera interior de la construcción se vino abajo y provocó la caída de los funcionarios.
Sobre las tres de la tarde se recibió una llamada telefónica avisando que un molino estaba en llamas y la humareda era visible en las inmediaciones de la rotonda del Coll. Varias dotaciones acudieron al lugar con celeridad ante el temor de que hubiera alguna persona atrapada en el interior. De hecho, en el molino se cuelan habitualmente mendigos y toxicómanos.
Los bomberos revisaron la edificación y cuando subieron al primer piso sobrevino el accidente: la escalera interior cedió y uno de los profesionales cayó sobre sus compañeros. El humo en el interior reducía mucho la visibilidad, por lo que el caos fue total durante algunos segundos. Los compañeros del exterior alertaron de que había cuatro heridos dentro del molino y a continuación saltaron todas las alarmas. Ambulancias, policías y el jefe de Cuerpo de Bomberos, Manuel Nieto, se desplazaron rápidamente hasta el Coll. Guillermo Navarro, regidor de Seguridad ciudadana; Enrique Calvo, director del Área, y Antoni Vera, jefe de la Policía Local, también se desplazaron hasta el molino en llamas, para interesarse por los heridos.
Daniel Montero fue el que sufrió las heridas más graves, con una fractura en el fémur. José Miguel Calle resultó con contusiones y Andrés Molina sufrió golpes en las extremidades.
Hospitalizados
Un cuarto bombero, cuya identidad no trascendió, resultó lesionado y los cuatro fueron evacuados a la Mutua Balear, y tres de ellos quedaron ingresados. Se esperaba que en las próximas horas pudieran recibir el alta médica.
Manuel Nieto permaneció toda la tarde en la Mutua, interesándose por el estado de sus compañeros, y se mostró muy aliviado cuando le comunicaron que ninguno de los heridos presentaba un cuadro preocupante.