Juntos por la memoria de Álex Ribas. Unos 200 bomberos de Palma, del Consell y de Aena arroparon ayer a la familia del profesional que murió hace dos años y medio durante la extinción de un incendio. La familia ha interpuesto un recurso contencioso administrativo contra Cort y denuncia la «falta total de sensibilidad» de la Administración.
A las once de la mañana de ayer, en un local del polígono de Son Rossinyol, la viuda de Álex –Soledad Rebollar–, el hermano -Óscar Ribas- y los abogados Miquel Àngel Mas y Francesc Segura, comparecieron ante los medios de comunicación. Firmes, pero indignados, denunciaron que «hemos querido reunirnos aquí hoy, en primer lugar para defender la memoria de Álex, y en segundo lugar, para denunciar lo que consideramos una falta de sensibilidad y compasión absoluta hacia nuestra familia por parte de la Administración, así como la total pasividad que demuestran haciendo caso omiso una y otra vez a nuestras peticiones sobre el informe y ante la reclamación patrimonial interpuesta».
Óscar, el hermano, leyó un comunicado en el que lamentaba que «a día de hoy únicamente nos han entregado una parte, faltando los anexos del mismo, y lo han hecho de la forma más fría posible, vía email y tras solicitarlo por escrito varias veces nuestro abogado ya como último recurso por agotamiento nuestro, obligándonos desde entonces a reclamar la parte que falta varias veces, con el dolor que ello nos supone».
La familia sostiene que el informe que les han entregado de momento «no lo podemos creer», porque, según ellos, «es simplemente un análisis única y exclusivamente de la actuación de Álex, sin entrar a valorar ningún detalle más del servicio ni de la falta de material o cualquier otra cuestión que implique una mala gestión o responsabilidad del cuerpo de bomberos o la Administración».
Para los abogados de la viuda, el informe está lleno de contradicciones y suposiciones «faltando a la verdad de forma clara en varias ocasiones y omitiendo datos muy graves y claves en el desarrollo del servicio, totalmente parcial y con la clara intención de intentar culpar a Álex de lo ocurrido, la única persona que no se puede defender».
Un profesional
Los compañeros de Álex, en este sentido, destacaron que se trataba de «un profesional de los pies a la cabeza, y que dio su vida por ayudar a los demás cumpliendo con su trabajo». Óscar y Soledad coincidieron en opinar que lo mínimo que pueden esperar de la Administración -«para la que Álex trabajaba»-, es que cuide de su memoria con orgullo. Reconocer los fallos que hubo el día del incendio mortal sería, para la familia, una forma de honrar la memoria del bombero fallecido.
«Presentamos una reclamación por responsabilidad patrimonial al Ayuntamiento de Palma, en la que denunciábamos lo que considerábamos graves negligencias por parte de la administración en la gestión del cuerpo de bomberos que se vieron reflejadas en aquel servicio», explicó Óscar. La Administración tenía un plazo de seis meses para responder, «pero ese tiempo hace mucho que ha pasado y ni siquiera nos han llamado».
Para la familia de Álex, la falta de moral y de compasión por la familia «no tiene explicación». «En 2 años y medio sólo hemos recibido excusas o bien el silencio, y la sensación de la intención de dejar que pase el tiempo y olvidar así lo sucedido. Todo se retrasa hasta la desesperación, sin tener en cuenta el dolor de una familia rota y su necesidad de recibir respuestas y sobre todo, justicia».
El acto fue muy emotivo y finalizó con unas duras palabras de la familia: «Nos sentimos ignorados por la Administración».