La Policía Local de Palma detuvo ayer a un hombre que reconoció que conducía el Mercedes que atropelló a un varón en el polígono de Son Castelló y luego se dio a la fuga. Sin embargo, el sospechoso sostiene que iba muy bebido y que no recuerda nada.
El caso no está nada claro, ya que los agentes del cuartel de San Fernando no saben si el hombre -que es un empleado en una empresa- está mintiendo para encubrir a alguien. El lujoso vehículo es propiedad de su jefe, que supuestamente se lo había dejado prestado esa noche. Extraña, con todo, que un directivo deje un turismo tan valioso a un trabajador.
De momento, se le acusa de un delito de conducción bajo de los efectos del alcohol, ya que el mismo ha reconocido que iba en tan mal estado que no se acuerda de lo que pasó. No obstante, ayer tarde los agentes seguían interrogándolo por si se derrumbaba y confesaba quién pilotaba realmente el Mercedes.