La Audiencia Provincial juzgará la próxima semana a un hombre de 42 años de edad por violar a su hija de forma reiterada desde que la niña cumplió los ocho años hasta que hizo los 17.
El escrito de acusación del ministerio público relata que el acusado aprovechaba cada vez que se quedaba a solas con la niña en la vivienda familiar aprovechaba para someterla a distintos tipos de agresiones sexuales. La situación se prolongó durante años cuando el acusado se había separado de la madre de la niña.
La Fiscalía sostiene que el hombre forzaba a la niña que se negaba a las prácticas sexuales y, a cambio la ofrecía premios y, entre ellos la permitía jugar al ordenador. El escrito destaca también el carácter agresivo del padre. De esta manera, la niña no se atrevía a contar lo ocurrido ni a oponerse a los ataques del acusado. Éste, además decía a la víctima que no tenía que contar nada, pues era algo entre los dos.
El ministerio público califica los hechos de un delito continuado de agresión sexual y reclama para el acusado una condena de quince años de prisión. Además, reclama que durante un período de diez años no pueda comunicarse ni acercarse a la víctima, que ahora tiene 21 años de edad.