El incendio que destrozó tres coches y cuatro motos y afectó a una finca y dos locales de la calle Pare Molina de Palma, casi en la esquina con la calle General Riera, era uno de los temas de conversación ayer entre los vecinos de la zona, y los perjudicados continuaban realizando gestiones para intentar reparar los daños.
Las motos y coches destrozados estaban aparcados frente al bloque de viviendas situado en el número 34 de la citada calle. Las llamaradas comenzaron sobre las tres de la madrugada del jueves y alcanzaron varios metros de altura.
José Luis reside en el noveno piso de la finca y ayer recordó: «Escuché unas explosiones pero pensé que era una traca de Sant Antoni, me di cuenta de lo grande que era el incendio cuando escuché más ruido y miré por la ventana lo que pasaba, entonces vi la calle en llamas». «Entraba bastante viento por la calle, el fuego fue pasando de un coche a otro y la calle se quedó completamente negra de humo», agregó.
Por su parte, Jorge Ignacio García, un joven cuyo vehículo ha quedado inservible, continuaba realizando trámites con el seguro y la grúa para proceder a la retirada del coche. «Vivo aquí al lado, me enteré de lo que había pasado por la mañana cuando me iba a trabajar. A medida que me acercaba al coche veía el cordón policial y todo negro y luego me encontré el coche destrozado. Era un Ford Fiesta de 2008, aunque yo lo había comprado en agosto de segunda mano, es decir, que para mí era nuevo». «Tuve que modificar la mañana y al final pude ir a trabajar con el coche de mi padre. Ahora tendré que comprar otro coche pero al final lo importante es que a nadie le ha pasado nada», manifestó. Jorge Ignacio señaló que «no se saben las causas, aunque la policía nos ha dicho que en principio parece que no es intencionado, aunque supongo que lo investigarán».