Un guardia civil fue detenido de madrugada por sus compañeros de la Policía Judicial después de que su mujer lo denunciara en Marratxí por propinarle una supuesta paliza. El acusado quedó arrestado en los calabozos y ayer por la tarde fue puesto a disposición judicial.
La agresión se produjo el fin de semana, cuando presuntamente el agente le propinó patadas y golpes por todo el cuerpo, dejándole moratones y hematomas visibles. No era la primera vez que la víctima era apaleada, pero su entorno la convenció para que presentara una denuncia contra él.
Búsqueda
La señora acudió al cuartel del Pont d'Inca y contó lo sucedido a los investigadores, que contactaron enseguida con el Emume (Equipo de la Mujer y del Menor) perteneciente a la Policía Judicial.
Funcionarios de esta última unidad, apoyados por algunas patrullas, comenzaron la búsqueda del compañero sospechoso, que no aparecía por ningún sitio. No se encontraba en casa y el caso pasó a ser valorado como de «riesgo importante», ya que cabía la posibilidad de que portara el arma reglamentaria.
Después de múltiples gestiones, sobre las cuatro de la madrugada el guardia civil fue localizado y se le comunicó que quedaba detenido por un presunto delito de violencia de género. Su versión de los hechos no ha trascendido y ayer por la tarde fue puesto a disposición judicial en Vía Alemania.
Las fuentes consultadas indicaron que no era la primera vez que el funcionario había tenido problemas domésticos. Su anterior pareja parece ser que también acudió a un juzgado para pedir amparo y se dictó una orden de alejamiento contra él.
La detención del guardia causó ayer la lógica conmoción en el Cuerpo.