La policía de Connecticut ha encontrado evidencias de que el joven que el pasado viernes entró en una escuela primaria y mató a tiros a 20 niños, en una de las peores masacres ocurridas en la historia de Estados Unidos, lo hizo a la fuerza.
Así lo explicó ayer Paul Vance, teniente de la policía de Connecticut, en una conferencia de prensa. Añadió que ya se dispone de pruebas para hacerse «una imagen completa» del tiroteo del viernes en una escuela de esta ciudad, que causó 27 muertos.
Mientras tanto, las víctimas «han sido identificadas por los forenses» pero aún quedan algunos trámites para divulgar sus identidades, afirmó el teniente Vance.
Los investigadores han logrado en la escuela y en la casa del autor (que mató allí a su madre) «pruebas muy buenas» para esbozar «una imagen completa de lo que ocurrió», añadió Vance, aunque rehusó entrar en detalles.
El autor de la matanza es Adam Lanza, de 20 años
La subdirectora de la escuela, la única persona que resultó con heridas, está evolucionando bien y será «clave» en la investigación.
Lanza entró en la escuela rompiendo un cristal. Vance confirmó que todas las armas que tenía legalmente la madre del autor (dos pistolas y un rifle, todas ellas semiautomáticas) fueron encontradas en la escena de la masacre.
El asesino ha sido definido por sus conocidos como un joven «callado y tímido», muy inteligente pero también «muy antisocial» y que prefería quedarse solo en casa».
«Sé que ella tenía dos hijos, uno muy exitoso que vive fuera, y otro que básicamente siempre se quedaba en casa, muy antisocial», explicó Dan Holmes, amigo desde hace años de la madre de Lanza, que fue abatida por su hijo.
El presidente de EEUU, Barack Obama, reiteró ayer la necesidad de que la ciudadanía se una y tome «una acción significativa» para evitar más tragedias como la de la masacre del viernes, pero evitó entra en la polémica sobre modificar la ley para el uso de armas de fuego.