A raíz de la tragedia del Madrid Arena en la macrofiesta de Halloween, la Policía Local de Palma ha puesto en marcha una campaña de controles de locales nocturnos en la ciudad. La pasada madrugada, la Patrulla Verde revisó el Bar Cuba, en la barriada de Santa Catalina, y la discoteca Abraxas, en el Passeig Marítim. En ambos locales se superaba ampliamente el aforo permitido. Los agentes de la Patrulla Verde realizaron los correspondientes informes que acabarán en sanciones administrativas.
Las inspecciones se llevaron a cabo a partir de las 02.30 horas. En el Bar Cuba, con un aforo de 150 personas se contabilizaron 319 en su interior.
En la discoteca Abraxas, donde se celebraba una fiesta, se contabilizaron alrededor de 1.300 personas, cuando el aforo permitido es de 850. Los agentes hicieron salir a las personas que estaban dentro para realizar el recuento. Para garantizar su seguridad, se cortó uno de los carriles del Passeig Marítim.
Después de los recuentos se dejó entrar en ambos locales al número de personas que permitía el aforo. Las dos inspecciones se llevaron a cabo sin ningún tipo de incidente.