Alejando de Abarca asume que mató a Ana Niculai y que no fue por accidente. Al contrario de lo que manifestó a la Guardia Civil y en el juzgado de Instrucción, el escrito de conclusiones de su defensa recoge que la joven murió quemada su coche después de que el acusado le prendiera fuego. Hasta ahora, Abarca había sostenido que inyectó heroína a la víctima y que ésta murió de forma accidental. Ahora, la frase que recoge literalmente el escrito de defensa indica que el acusado prendió fuego al vehículo, «sin atender en ese momento si en el interior se encontraba la finada». En efecto, la joven estaba maniatada en el maletero.
La versión de la defensa no difiere mucho en lo sustancial de las de las acusaciones. Así, relata que Abarca abordó a la joven en el aparcamiento de la calle Jerónimo Pou el 19 de julio de 2010. La llevó a Son Banya donde compró heroína en su propio coche y luego viajó a Muro. Finalmente quemó el coche en el camí de s'Amarador.
La principal diferencia con las acusaciones se encuentra en que pide una eximente incompleta para el acusado por haber consumido alcohol, heroína y cocaína durante todo el día. Así, solicita una condena total de ocho años de cárcel: dos por un delito de detención ilegal y seis por homicidio. Frente a esta petición, las acusaciones particulares solicitan hasta 50 años de cárcel. Además de la petición de rebaja de la pena por haber consumido drogas, solicita otra por colaboración con la justicia, dado que tras ser detenido confesó los hechos. Antes había estado fugado una semana, escondido en un torrente entre Muro y Selva. De forma más anecdótica, el abogado de oficio que representa a Abarca pide que sea condenado a 16 días de trabajos en beneficio de la comunidad por conducir sin carné.
Con este escrito, la causa ya sólo está pendiente para que el Juzgado de Instrucción de Inca la remita al Tribunal del Jurado de la Audiencia Provincial para que sea enjuiciada.