Agentes del SAF (Servicio de Atención a la Familia) del Cuerpo Nacional de Policía procedieron a la detención de dos súbditos rumanos acusados de obligar a prostituir a una menor de Palma en las carreteras de Lloret de Mar, en Girona.
Una vez finalizada la investigación, los dos arrestados fueron puestos a disposición judicial. El magistrado ordenó el ingreso en prisión sin fianza para ambos acusados. Los delincuentes fueron acusados como presuntos autores de los delitos de trata de seres humanos, inducción de menores al abandono de domicilio, prostitución y corrupción de menores.
Concretamente, la investigación comenzó el pasado mes de mayo, cuando una madre denunciaba la desaparición de su hija, 24 horas después de producirse. La mujer desconocía el motivo y el paradero de la menor, si bien, días más tarde comunicaba que había recibido amenazas telefónicas de un desconocido, con el objetivo de que retirase la denuncia interpuesta anteriormente. En la llamada el interlocutor le decía: «Tu hija está bien y no la volverás a ver». La hija, también se puso en contacto con su madre diciéndole que, «quiero estar con mi marido. Me he casado y quiero estar con él».
Las primeras pesquisas condujeron a los agentes a una localidad cercana a Blanes, en Girona, donde podría estar retenida la menor. Durante la investigación, se averiguó que la joven desaparecida tenía conexión con varios ciudadanos de origen rumano, relacionados con el mundo de la prostitución.
Acto seguido, el inspector jefe del grupo y un agente viajaron hasta Blanes con el fin de confirmar si la menor había sido inducida a abandonar el domicilio familiar y estuviera siendo obligada a ejercer la prostitución en las carreteras de esta ciudad.
Tras varias gestiones, se logró localizar el domicilio donde residía la menor junto a los arrestados y se procedió al registro de la vivienda en cuyo interior localizaron a la adolescente que portaba la documentación de una prima suya mayor de edad.
Cabe destacar que la chica, de 16 años de edad, en el momento de ser liberada pretendía seguir con su ‘marido' ejerciendo la prostitución porque consideraba que era lo correcto.