Una riada entró ayer en el colegio Son Basca, en sa Pobla, e inundó las instalaciones, después de derribar dos muros. Afortunadamente, no se registraron heridos y unos 400 niños se quedaron sin clase.
Durante la noche llovió copiosamente en sa Pobla, llegando a registrarse 75 litros por metros cuadrado en tres horas.
Desnivel
El centro docente se encuentra ubicado junto al polideportivo, pero está construido en un desnivel y queda por debajo. Así pues, el agua se fue acumulando en los terrenos colindantes hasta que finalmente derribaron una pared y entraron con fuerza en la escuela. Toda la planta baja sufrió inundaciones, y el nivel del agua llegó a alcanzar los 60 centímetros de altura.
Los desperfectos se descubrieron a las siete de la mañana, cuando dos empleadas abrieron las instalaciones y descubrieron que estaban llenas de fango y agua.
Poco después, la directora del centro, Silvia Ribas, y el resto del profesorado se sumaron a las tareas de limpieza, colaborando con los bomberos y la Policía Local de sa Pobla. A las nueve, cuando los alumnos fueron llegando al centro, la dirección explicó a los padres que no podía acogerlos porque las instalaciones no estaban en condiciones.
A casa
La mayoría de los escolares, unos 400, regresaron a casa, pero los que no pudieron hacerlo se quedaron en la escuela, aunque no hubo clase. La riada, para salir de los terrenos de Son Basca, derribó otra pared.
Las precipitaciones y el viento causaron otros incidentes en Mallorca entre la tarde del domingo y la mañana de ayer. Según el centro de emergencias del 112, se registraron 9 urgencias en Inca, otras tantas en sa Pobla, 2 en Palma, 2 en Búger, y el resto en Alcúdia, Llucmajor, Muro, Pollença y Selva. Algunas carreteras quedaron cortadas de forma provisional, debido al temporal. Sa Pobla-s'Albufera (MA-3433), entre los kilómetros 3 y 9; y la vía sa Pobla-Búger (MA-3422) quedaron fuera de servicio durante unas horas, hasta que se achicó el agua acumulada. En el mar, el temporal golpeó con fuerza algunas zonas costeras y causó daños a una serie de embarcaciones.
En Menorca y Eivissa las precipitaciones también provocaron incidentes.