La abogada de J.M.M.S., Agustina Alonso, indicó ayer que su cliente, que ha sido detenido por intentar atentar contra la UIB con 140 kilos de explosivos, escribía sus amenazas para desahogarse y después se le olvidaba que quería llevarlas a cabo.
En declaraciones a Europa Press, la defensa del joven de 21 años que quería imitar la matanza de Columbine, ha afirmado que tras realizarle el informe psicólogo y psiquiátrico, que se solicitará hoy lunes, se podrá determinar si «tiene algún tipo de trastorno de la personalidad».
Así, ha confirmado que el pasado viernes no se solicitó un examen psicológico al pasar a disposición judicial debido a que se encontraba «en condiciones óptimas para declarar».
Delitos
Los delitos de tenencia de explosivos y tentativa de estragos que se le imputan podrían conllevar penas de hasta 13 años de cárcel.
Así lo ha explicó ayer a Efe el abogado y profesor de Derecho Penal de la UIB, Gabriel Garcías, quien ha precisado que estas penas podrían reducirse sustancialmente o sustituirse por una reclusión en un centro psiquiátrico, en caso de que el detenido sufra un trastorno mental.
El delito de tenencia de explosivos que le correspondería a J.M.M.S., arrestado el miércoles pasado en Palma cuando recibía en su casa un encargo de 140 kilos de material para fabricar bombas, está recogido en el artículo 568 del Código Penal y es castigado con una pena de prisión de 4 a 8 años.
En cuanto al de estragos, está incluido en el artículo 346 del mismo código y se refiere la destrucción mediante explosivos o medios similares de una serie de infraestructuras, entre las que se incluyen los edificios públicos.
Si se demuestra que este acto conlleva riesgo para la vida de las personas, como sería el caso de la UIB, el delito comporta penas de entre 10 y 20 años, pero en el caso del joven de Palma se aplicaría en grado de tentativa inacabada porque no llegó a colocar las bombas, con lo que se rebajaría en dos grados la pena y quedaría de 1 a 5 años de cárcel, indica.
A J.M.M.S., sin embargo, no se le imputa el delito de terrorismo porque no pertenece a ninguna banda armada.