Tafir F., un pakistaní de 36 años de edad, ha sido detenido por agentes de la Policía Local de Palma después de una serie de discusiones con un grupo de prostitutas y los propios agentes.
A las diez y media de la mañana del pasado domingo fue el propio Tafir el que requirió la presencia policial.
El hombre le dijo a los agentes que momentos antes había llegado a un acuerdo con una mujer marroquí, que trabaja de prostituta en la zona.
Según la versión del pakistaní, el acuerdo era que él pagaba 30 euros para tener dos relaciones sexuales con la mujer. Pero su denuncia se basaba en que después de la primera relación la mujer dijo que no quería continuar y que, incluso, ella le había quitado dinero de la cartera.
Se inició entonces una discusión, en la que intervino otra prostituta también marroquí.
El pakistaní se mantenía en que no se había cumplido el acuerdo, mientras que la mujer decía que ella no había entendido las palabras del hombres, quizás por problemas de idioma, y que no quería tener otra relación si no la pagaba.
En esto que intervino la otra mujer y dijo que vio cómo alguien metía mano en la cartera del pakistaní. Ante el cruce de acusaciones, todas ellas muy difíciles de probar, los agentes decidieron dejar las cosas como estaban. Pero entonces el pakistaní se enfureció. Se puso delante del coche oficial para evitar que se marchara e incluso intentó agredir a los policías, por los que al final se vieron obligados a detenerle. Curiosamente, los agentes creen que el pakistaní tenía razón con el citado acuerdo.