La Guardia Civil de Sineu ha detenido a un hombre de 32 años como supuesto autor de un delito de cultivo y elaboración de droga, y se ha incautado de 505 plantas de marihuana.
Los agentes han llevado a cabo la detención en un terreno rústico de Sineu, donde estaba localizada la plantación de marihuana que se desarrollaba en un invernadero.
Tras realizar un registro domiciliario, los agentes se han incautado también de «cogollos de marihuana» enteros y triturados, así como útiles y químicos para el abono de las plantas.
Plantación en Manacor
Pero éstas no han sido las únicas detenciones relacionadas con cultivo de marihuana en la isla. Agentes de la Policía Nacional de la Comisaría de Manacor han arrestado a dos jóvenes por la presunta comisión de un delito de tenencia de sustancias nocivas para la salud, después de que se incautasen en su vivienda de 23 plantas de marihuana, todas ellas frondosas y de gran altura, así como de gran cantidad de cogollos que se encontraban en el interior en proceso de secado, todo ello con un peso total de 100 kilos.
Según ha explicado la Policía en un comunicado, también fue hallado fertilizante para favorecer su cultivo y desarrollo y balanzas de precisión para su pesaje. El operativo policial culminó el pasado día 20 tras las detenciones y la incautación de esta sustancia, enmarcado en un dispositivo especial establecido con el fin de erradicar el cultivo y tráfico de marihuana.
De hecho, ya el pasado mes de agosto los efectivos policiales se incautaron de 96 kilogramos de marihuana. La Policía ha destacado que la participación de la ciudadanía manacorí ha sido decisiva en las investigaciones de la Brigada Local, que tras la primera incautación de las plantas continuó con las investigaciones en relación a la existencia de otra plantación en la misma zona -de la carretera de Manacor a Porto Cristo-.
Un nuevo dispositivo que se ha prolongado a lo largo del mes de septiembre, peinándose determinadas áreas tanto de día como de noche y lográndose finalmente la localización exacta de esta nueva plantación, con el establecimiento de un operativo de vigilancia, no exento de grandes dificultades para llevarlo a cabo, según la Policía, debido a su ubicación, extensión y al hecho de que en su interior residían los detenidos, que habían rodeado la finca con unas mallas que casi imposibilitaban la labor de observación desde el exterior.
Como resultado de ese dispositivo, se confirmó, en un principio, la existencia de un número indeterminado de plantas de marihuana, algunas de ellas de cuatro metros de altura que los ahora arrestados plantaron, de forma estratégica, entre árboles frutales y plantas de todo tipo, con el ánimo evidente de que se confundieran con la frondosa vegetación existente en el interior de la finca y así poner una traba más a la acción policial.