Vivo de milagro. La Audiencia Provincial impondrá una condena de cinco años de cárcel a un joven de 23 años que admitió ayer en juicio que apretó el gatillo contra el pecho de un hombre. Sin embargo, el disparo a bocajarro no llegó a producirse porque la pistola se encasquillo. Un segundo tiro, esta vez a la pierna sí hirió a la víctima.
Los hechos ocurrieron el pasado mes de febrero. El acusado, un sobrino de Francisca Cortés Picazo, ‘La Paca' estaba en el poblado de Son Banya en torno a las siete de la tarde. Acudió a la vivienda de otro residente en el poblado, un hombre de nacionalidad búlgara. Sin embargo, éste no le permitió pasar al interior. Molesto, el acusado cogió una pistola que llevaba y se la apoyó en el pecho a la víctima. Accionó el gatillo y pero el arma no funcionó. Ayer en el juicio reconoció que quería matar al hombre. El acusado explicó ayer en el juicio que al ver lo ocurrido, manipuló el arma y desbloqueó la bala. En esta segunda ocasión sí disparó a la pantorrilla de la víctima que resultó herida de gravedad en la pierna. Ayer en la Audiencia Provincial, el acusado asumió una condena por tentativa de homicidio de cinco años de prisión. Casi nada para lo que hubiera sido de haber funcionado correctamente el arma.
Hasta el día de ayer, el acusado había manifestado sobre los hechos que no recordaba nada de lo ocurrido porque había consumido drogas antes de comenzar la discusión con el búlgaro, que también consumía de forma habitual droga en el poblado de Son Banya.
La Fiscalía y la defensa del acusado, a cargo del abogado Agustín Aguiló, alcanzaron un acuerdo antes del juicio por el que el ministerio público rebajaba la condena que solicitaba que inicialmente era de nueve años de prisión. Además del delito de tentativa de asesinato, la condena incluye también otro de tenencia ilícita de armas, dado que el acusado no tenía permiso para llevar pistola. Después del tiroteo, que ocurrió el pasado 15 de febrero, el acusado pasó huido dos días, en los cuales fue buscado por la policía. Al cabo de ese tiempo negocio su entrega y él mismo se puso en manos de los agentes. Durante ese tiempo estuvo oculto en el poblado.