La Audiencia Provincial ha impuesto una orden de alejamiento de dos años a una madre que golpeó a su hija de once años con el palo de una fregona. La condenada, de esta manera, tendrá que permanecer apartada de la menor al menos a una distancia de doscientos metros. Junto a esta medida, la sentencia también le impone la condena de sesenta días de trabajos en beneficio de la comunidad.
Los hechos ocurrieron a mediados de octubre de 2010 en la vivienda familiar, situada un pueblo de Mallorca. La madre se enfadó con su hija y la golpeó en la espalda con el palo de una fregona. Más tarde, la niña relató lo ocurrido a un trabajador social del ayuntamiento, lo que desveló lo ocurrido. La hija no sufrió daños graves por la agresión materna. De hecho no llegó a acudir al médico para recibir tratamiento de lo ocurrido. Tras ser condenada por un juzgado de lo Penal de Palma, la acusada recurrió ese primer fallo ante la Audiencia Provincial. La sentencia de apelación señala que además del testimonio de la menor, la condena se basa en lo dicho por la hermana de la víctima y su padre durante el juicio. Desde que ocurrieron los hechos y fueron denunciados la menor no reside en el domicilio familiar.