La foto que aparece a la derecha de esta columna la tomó la señora Abigail Selvi con su cámara. Sus tres hijos, una amiga, y su marido posan sonrientes sobre una plataforma de Cala Antena, en Calas de Mallorca. Segundos después, una ola barre la roca y se lleva al pequeño Louis, de seis años. Su padre, William, se tira al mar para salvarlo, a pesar de que no sabía nadar. Poco después ambos están muertos. Fue la última foto de la familia Selvi.
Ayer, el diario británico The Sun publicó la imagen y una entrevista en exclusiva con la viuda, en su casa de Essex, cerca de Londres. «Era un sábado y habíamos llegado a Mallorca hacía unas horas. Pero nos levantamos temprano porque teníamos muchas ganas de ver cosas», explicó la mujer. A las 11.15 horas, la familia bajó las escaleras del hotel y llegó a una plataforma, casi a ras de mar.
Todos, menos la madre, se colocaron sobre la roca y ella les inmortalizó. Al fondo, el mar estaba muy agitado y las olas rompían con fuerza contra la plataforma. Instantes después, un golpe de mar golpeó con fuerza y arrastró a Louis al agua. «Gritaba 'socorro, socorro' y William se tiró para salvarle», contó Abigail. «Ahora he perdido a mi marido y a mi pequeño. Nuestras vidas han cambiado para siempre», añadió la viuda a la publicación inglesa.
La mujer explicó que ese mediodía el mar estaba bravo, pero que no parecía peligroso, y que lo que realmente causó la tragedia fue la fortísima corriente, que se tragó al padre y al hijo. Más de una semana después de la tragedia familiar de Cala Antena, los periódicos británicos siguen informando de algunos detalles del drama, que ha tenido un gran impacto en la sociedad de aquel país.