Cómo puede cambiar la vida en un segundo. Un golpe de mar arrastró ayer al agua a un niño británico de seis años, en Cala Antena (Manacor). El padre se lanzó al mar para salvarlo. Poco después, los dos estaban muertos, ante la mirada horrorizada de la madre y sus dos hijas.
La familia inglesa había llegado a Mallorca hacía unos días, para pasar sus vacaciones en el hotel Balmoral, ubicado en Cala Antena, junto a Calas de Mallorca. Ayer por la mañana salieron de sus establecimiento hotelero los padres y sus tres hijos, y se dirigieron a las escaleras del hotel Chihuaua, emplazado cerca del suyo. Desde allí, tenían previsto disfrutar de la panorámica y tomar algunas fotografías, ya que el mar estaba embravecido y el oleaje rompía con fuerza contra las rocas. La playa estaba desierta, ya que lloviznaba, y una bandera roja alertaba del riesgo por el temporal y las fuertes corrientes.
Sobre las 11.07 horas, el pequeño Louis George Selvi, de ocho años, bajó el tramo final de las escaleras en dirección al mar, y se colocó junto a una plataforma. Parece ser que la idea era que su padre, George William Selvi, de 28 años, lo fotografiara en aquellas rocas, con el mar enfurecido a sus espaldas. La madre y las dos niñas, también de corta edad, se quedaron más arriba, a resguardo del oleaje.
De repente, una ola cubrió con fuerza toda la plataforma y arrastró al agua al pequeño Louis, que no tuvo tiempo ni de reaccionar. Su padre sí reaccionó al instante: se lanzó tras él, y durante algunos segundos los testigos lo vieron agitar la mano desesperadamente, pidiendo ayuda y gritando. Después desapareció entre el temporal, como su hijo.
La madre corrió a pedir auxilio, pero cuando pudieron sacar del agua los dos cuerpos ya no se podía hacer nada por ellos. Agentes de la UTC (Unidad Territorial de Costas) de la Policía Local de Manacor, así como el Cuerpo Nacional de Policía, la Cruz Roja y una ambulancia se desplazaron hasta cala Antena, donde la lluvia el temporal no arreciaban. Septiembre ha llegado con tragedia.