Los agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Balears que detuvieron el pasado miércoles a ocho guardias civiles del aeropuerto de Eivissa por, supuestamente, aprovechar los registros que practicaban durante el servicio para quedarse con «pequeñas cantidades de droga y otros objetos» dejaron en libertad con cargos el mismo miércoles por la tarde a tres de ellos, que tendrán que presentar a declarar en los juzgados cuando se les cite.
Asimismo, dejaron en libertad a la novia de uno de los agentes, que había sido arrestada en calidad de presunto cómplice.
Todos los detenidos se mostraron colaboradores con la investigación. Incluso alguno llegó a devolver al menos uno de los objetos presuntamente robados en maletas de pasajeros del aeropuerto de Eivissa.
Los otros agentes que no quedaron en libertad el mismo día de las detenciones, cinco en total, fueron puestos ayer a disposición del juez de guardia, en este caso del titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Eivissa, José Espinosa. Los ocho serán suspendidos de empleo y sueldo con carácter provisional mientras sus casos se dilucidan por la vía judicial.
Los cinco agentes que fueron conducidos al juzgado de guardia ayer por la tarde no estaban esposados ni fueron trasladados en vehículos patrulla de la Guardia Civil. Entraron por la puerta ordinaria de los juzgados, no por los calabozos, como suele ser habitual en otros casos.